departamento en madero center
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departamento en madero center
Puerto Madero I Ciudad de Buenos Aires
2023
arquitectura interior: Arq. Jorge Muradas
interiorismo: Estudio Muradas
fotografía: Daniela Mac Adden
retoque digital: Silvia Cardozo
textos: Sol Dellepiane

Impronta y equipamiento neoyorkinos en un departamento en Puerto Madero con vistas magníficas y espíritu oriental como hilo conductor. Leer más

Un proyecto que significó volver a un edificio en Puerto Madero en el que el Estudio había intervenido anteriormente. Abordarlo fue reencontrarse con una planta y vistas tan extraordinarias como familiares. Sin embargo, cada obra es distinta. En este caso los clientes deseaban adquirir la totalidad del equipamiento en el exterior; así, el trabajo incluyó un viaje conjunto a New York para elegir el mobiliario. Otro lujo: la posibilidad de trabajar con materiales que pocas obras permiten.


Como cada uno de los proyectos del Estudio, el departamento se trató como un todo en el que los espacios se suceden en uniformidad de estilo, materiales y paleta cromática. Como elemento unificador se recurrió a una madera oscura como revestimiento de muros. Este gesto se preanuncia en el hall de ingreso, donde se dispusieron tres apliques de luz y una serie de espejos biselados que multiplican el espacio. En el interior del departamento continúa la temática: madera, puerta negra, banquetas de estética oriental y un clima de calma y una austeridad elegante.


La recepción se abre a vistas impactantes del dique, los docks y el centro de la ciudad con algunos edificios emblemáticos como el Palacio de Correos y, más allá, la Casa Rosada. Se destaca el sistema de cortinas Luminet de Hunter Douglas que permite diferentes aperturas y un cierre ciego impecable. Sobre el piso de roble que recorre todo el departamento se colocó una alfombra de Kalpakian hecha a medida en lana en un tono neutro. Lugar donde los propietarios y sus hijos se encuentran entre sí y reciben amigos, el living, amplio y despojado, se organizó en torno de un par de mesas de dimensiones generosas. Los tres sillones de estilo americano años 50 fueron parte del mobiliario adquirido en Estados Unidos. Lo mismo la lámpara original de Serge Mouille y el armchair Platner. Las banquetas son de Acento. Sobre la mesa, arreglo Lunaria con flor de nácar de Gerardo Acevedo y un florero de Alvar Aalto. El conjunto es definitivamente moderno.


En el comedor se dispusieron dos mesas con tapas de mármol y sillas Round de Hans Wegner. Las lámparas son de George Nelson. Como varios de los elementos escogidos, tienen reminiscencias orientales. La biblioteca se realizó en una madera más oscura que la de los muros que revisten los dos extremos de la recepción.


Otra zona de estar se armó con dos daybeds Pk80, del diseñador Poul Kjaerholm en cuero color suela. En el balcón con deck de madera, un par de Circle Chairs de Hans Wegner invitan a relajarse y contemplar el paisaje urbano privilegiado que ofrece la locación.


Entre el comedor y la cocina se diseñó un espacio de bodega con muebles de madera oscura y cavas Sub Zero, máxima sofisticación en la materia. La cocina es una caja neutra con muros revestidos con placas laqueadas en color gris y punto focal en la madera oscura de la isla, que recorre el espacio aportando calidez. Se impone la personalidad del Neolith que aparece en pisos y mesadas: un verdadero lujo. Las heladeras también son de la renombrada marca Sub Zero. La gran isla deviene mesa con una tabla en la misma madera oscura y sillas Moller 78.


La suite principal incluye dormitorio, vestidor y baño. En el muro que oficia de respaldo de cama se reitera el recurso del revestimiento en madera. La misma vuelve a hacerse presente en puertas, estantes y muebles de apoyo del vestidor. Este espacio se prolonga a través de circulaciones laterales aprovechadas como escritorio y lugar donde maquillarse y que conectan con el baño. Este, a su vez, incluye una zona abierta y otra privada donde el Neolith recorre pisos, muros y equipamiento fijo. Al espejo, con bisel, se lo colocó separado de la pared y sin marco. Se eligió una grifería de diseño dorado opaco, una elección de color recurrente en luminarias y diversos accesorios de la suite.

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