El stand de la marca en Paseo Alcorta tuvo seriamente en cuenta el lugar de implantación, un espacio de circulación cercano a la zona gastronómica del shopping pero también vecino a casas de otros rubros. Así, se decidió desarrollar una caja oscura que guarda al producto en su interior: es necesario ingresar para encontrarlo, aunque también se lo puede ver en sus impecables exhibidores desde los laterales y la fachada posterior. Con la paleta de colores característica de la tienda –negro y el tono de la madera clara–, el proyecto cumple con la premisa de respetar la locación y dar protagonismo a los coloridos productos a la venta.