La intervención propuesta para la refuncionalización del espacio respeta la esencia arquitectónica del lugar y la destaca mediante la utilización de iluminación específica y elementos geométricos contundentes que refuerzan las líneas existentes. Los monjes buscaban en la función original de "refectorio" mucha similitud con los oficios religiosos, no solo en las características del ritual que se llevaba a cabo, sino en las líneas arquitectónicas que son similares a las de una Iglesia. El auditorio fue diseñado con este criterio, es entendido como un elemento que formará parte de la Abadía y será utilizado por su gente, por lo tanto debe tener la esencia sacra del lugar. Los elementos que actúan en el espacio fueron seleccionados con mucha precisión por su rol determinante a la hora de respetar el carácter monacal, los materiales con los que se interviene la caja son dos: muros blancos y luz del mismo color, ambos pueden ser relacionados con la calma, la pureza y lo sacro, juntos destacan los techos y los arcos existentes. El equipamiento consiste en bancos largos dimensionados conjuntamente con el módulo de las tablas del piso y realizados ambos con el mismo acabado. Tanto la intervención de la caja como la totalidad del equipamiento fue diseñada con Melaminas Touch de Masisa (Laricina y Roble Natural), que ademas de quedar demostrada su versatilidad nos permiten lograr unidad en terminaciones y austeridad de recursos. El proyecto refuncionaliza el espacio respetando la arquitectura presente y pretende dejar una intervención que transciende la muestra actual, para pasar a formar parte de la vida cotidiana de la Abadía respetando los valores de la vida monacal.